Creo que el gran problema de toda la situación es que me he vuelto cómodo. Pero no lo quise así, ni siquiera lo busqué. Hoy tras un fuerte dolor de cabeza por fin pude terminar el trabajito que nos automandamos para la casa luego de una sesión matadora en el hospital. Estoy tan cansado, y con la mente apagada que he reescrito una frase tonta simplemente demasiadas veces. Estoy feliz, no lo malinterpreten. Es que a veces se me olvida que quizás necesito algo de emoción inocentona con mi mundo. Quizás me gusta el estado en el que estoy, quizás mi comodidad hace que me crea el cuento. En realidad, podría escribir de tantas cosas, pero dudo que alguien las entienda.
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